El morcillo de ternera, también conocido como jarrete o zancarrón en algunas regiones españolas, es uno de los cortes más apreciados en la gastronomía por su textura y sabor. Este corte, extraído de la parte baja de las patas de la ternera, es perfecto para recetas de cocción lenta, donde su contenido de colágeno aporta una jugosidad y ternura únicas.

Hoy, en Carnicerías Herrero, explicamos qué hace especial al morcillo de ternera, sus beneficios nutricionales y algunas recetas clásicas para disfrutarlo al máximo.

Qué es el morcillo de ternera y cómo sacarle partido

El morcillo se extrae de la pata de la ternera y es un corte caracterizado por tener una gran cantidad de tejido conectivo, lo que lo hace ideal para cocciones prolongadas.

Su alto contenido de colágeno le otorga una textura melosa y jugosa al cocinarlo, ya que el colágeno se descompone y da como resultado una carne tierna y con mucho sabor. Por esta razón, el morcillo de ternera es la elección perfecta para guisos, estofados y platos de cuchara.

Además de su sabor y textura, el morcillo de ternera ofrece beneficios nutricionales que lo convierten en una excelente fuente de proteínas y otros nutrientes.

Este corte es una fuente de proteínas, que ayudan en la reparación y el mantenimiento de los tejidos. Por otro lado, el morcillo es rico en colágeno, lo cual es beneficioso para la salud de la piel, las articulaciones y los huesos.

A su vez, el morcillo contiene vitaminas del grupo B (especialmente B12), hierro, zinc y fósforo, esenciales para mantener una buena salud y energía.

Cómo prepararlo con éxito

La clave para cocinar el morcillo de ternera es hacerlo a fuego lento durante varias horas. Puedes utilizar una olla a presión, una olla de cocción lenta o una cazuela convencional.

Es una carne que combina muy bien con verduras como patatas, zanahorias, cebolla y puerro, así como con hierbas aromáticas como el laurel, el tomillo y el romero.

Por lo tanto, es ideal para prepararlo con verduras, vino y especias, pero también para guisos con legumbres. Las cocciones a baja temperatura también le van fenomenal, así como incorporarlo a platos tradicionales como el sabrosos cocido madrileño.

Y es que el morcillo de ternera es un corte con gran potencial culinario, ideal para quienes disfrutan de platos de cuchara y cocciones prolongadas. Su sabor, textura y propiedades nutricionales lo convierten en un favorito en la cocina de invierno. También en una excelente opción para platos reconfortantes y nutritivos.