Dentro de la cocina mediterránea, los platos de pasta suelen gustar a todo el mundo. Es un ingrediente muy versátil que combina a las mil maravillas con todo tipo de sabores. Hoy desde Carnicerías Herrero os traemos una deliciosa receta de lasaña tradicional, inspirada en la receta original que se preparaba el siglo pasado en Italia.
Receta de lasaña tradicional
Para preparar esta rica receta de lasaña tradicional necesitaréis:
- 600 g de carne picada de ternera de Carnicerías Herrero
- 280 g de panceta de cerdo de Carnicerías Herrero
- 1 kg de tomates maduros
- 2 cebolletas
- 2 zanahorias
- 1 rama de apio
- 1 vaso de vino tinto
- 12-16 láminas de lasaña
- salsa bechamel
- 200 g de queso parmesano
- aceite de oliva virgen extra
- 1 hoja de laurel
- sal
- pimienta
- orégano
Elaboración de la receta de lasaña tradicional
Salsa boloñesa
El primer paso de esta receta de lasaña tradicional de carne es preparar la panceta. Para ello, retiramos la parte de la corteza, que suele ser bastante dura. Troceamos el resto en porciones lo más pequeñas que podamos.
A continuación, la ponemos en una sartén a fuego medio y sin añadir aceite, ya que es una pieza muy grasa.
Mientras se cocina, lavamos el apio y pelamos las zanahorias y las cebolletas y los picamos. En otra sartén echamos un chorrito de aceite de oliva y añadimos las cebolletas, la zanahoria y el apio junto a una pizca de sal. Dejamos que se cocinen a fuego medio hasta que ablanden.
Cuando la cebolla empiece a dorarse, añadimos la carne picada de ternera salpimentada y subimos la potencia del fuego. En el momento que veamos que la carne cambia de color, añadimos el vino y cocinamos hasta que se evapore el alcohol.
Después, añadimos los tomates rallados y el orégano al gusto. Cuando la salsa rompa a hervir, bajamos el fuego al mínimo y tapamos casi completamente, permitiendo que salga el vapor.
Es una salsa que requiere mucho tiempo y mimo para que quede perfecta. Podemos tardar tranquilamente entre 2 y 3 horas en tenerla lista.
Probamos de vez en cuando y corregimos la posible acidez del tomate, añadiendo azúcar o un poco de leche entera.
Montaje y cocinado
Ahora toca el turno de la pasta. En una olla ponemos a hervir agua con sal con una hoja de laurel.
Cuando rompa a hervir, añadimos las placas de lasaña y las cocemos con cuidado siguiendo las instrucciones del envase. Es mejor hacer varias tandas de pocas unidades para evitar que se peguen o rompan.
Una vez cocidas, las colocamos sobre un paño limpio de cocina para retirar el exceso de agua, con cuidado de no juntarlas demasiado.
Con la pasta lista, toca montar la lasaña. Para ello, en un recipiente apto para horno, echamos un chorrito de aceite de oliva y colocamos una base de placas de lasaña.
A continuación, ponemos una capa de salsa boloñesa y la cubrimos con bechamel. Después, espolvoreamos queso parmesano rallado y repetimos la operación (pasta – salsa boloñesa – bechamel – queso) hasta terminar con los ingredientes.
Finalmente, coronamos la lasaña con una capa generosa de bechamel, que cubriremos con bastante queso rallado.
A continuación, la horneamos en el horno previamente precalentado a 180ºC durante unos 45 minutos, gratinándola durante los últimos minutos.
Por último, la sacamos del horno, dejamos reposar y servimos.
¡Que aproveche!
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