Receta de canelones clásicos con carne picada

Si hay algo que vuelve loca a toda la familia son las recetas con pasta con carne. Y si tienen ese toque tradicional de toda la vida, mejor que mejor. Por eso, hoy en Carnicerías Herrero os traemos esta deliciosa receta de canelones clásicos con carne picada. ¡Os chuparéis los dedos!

Ingredientes para la receta de canelones clásicos

Para preparar esta deliciosa receta de canelones clásicos, necesitaréis:

  • 12 placas de pasta para canelones
  • 500 gramos de carne picada de ternera de Carnicerías Herrero
  • 170 gramos de tomate rallado o triturado
  • 1 cebolla hermosa
  • 2 dientes de ajo
  • orégano
  • 200 gramos de queso para gratinar
  • sal
  • pimienta negra recién molida
  • salsa bechamel 
  • aceite de oliva virgen extra

Cómo preparar la receta

El sofrito

Por un lado, comenzaremos con el sofrito. Para ello, pelaremos y picaremos finamente la cebolla y el ajo. La idea es que se noten al paladar, pero prácticamente no podamos encontrarlos en la cuchara.

En una sartén, echamos un chorro de aceite de oliva virgen extra y pochamos la cebolla junto al ajo, a fuego lento. Cuando la cebolla transparente, añadimos el tomate, salamos ligeramente y dejamos cocinar hasta que esté listo.

Una vez que el sofrito esté en el punto deseado, añadimos la carne picada, previamente salpimentada.

Cuando esté prácticamente cocinada, añadimos el orégano al gusto. Es mejor dar un toque sutil para que no robe protagonismo a la potencia de la carne.

Revolvemos para que se integren los sabores y reservamos.

La pasta de los canelones

Para preparar la pasta de los canelones, podemos hacerlo a la vez que el sofrito, o después, mientras éste reposa.

Ponemos a hervir agua y cocemos la pasta según las indicaciones de la marca. En algunos supermercados ya se puede comprar las placas frescas, con una cocción más reducida.

El montaje

Mientras preparamos el montaje, precalentamos el horno a 200ºC.

Cuando tengamos las placas cocidas, las escurrimos y colocamos separadas entre sí en una superficie de trabajo antiadherente.

Cogemos con una cuchara el relleno de carne que hemos preparado y rellenamos cada placa, con cuidado de poder cerrarla sin que rebose. El truco está en dejar la «costura» hacia abajo, para evitar que el canelón se abra.

Colocamos poco a poco los canelones en un recipiente apto para horno, cuya base habremos cubierto con tomate frito (preferentemente casero).

A continuación, cubrimos los canelones con la salsa bechamel, una vez más, mejor si es casera. Esparcimos el queso para gratinar por encima.

Horneamos durante unos 15 minutos o hasta que veamos que se han gratinado perfectamente.

Servimos y ¡a disfrutar!