Hace poco en Carnicerías Herrero os hablamos de las estupendas propiedades de la morcilla. Para que podáis disfrutarlas en vuestra casa, os traemos una increíble receta de buñuelos de morcilla. Es muy fácil de preparar e ideal como aperitivo en cualquier ocasión.
Cómo preparar buñuelos de morcilla
A veces no es necesario estar mil horas cocinando para conseguir excelentes elaboraciones. Es el caso de esta deliciosa receta de buñuelos de morcilla, que prepararéis en un santiamén y que triunfará seguro.
Para su elaboración necesitaréis:
- 2 morcillas de cebolla de Carnicerías Herrero
- 200 g de harina para tempura
- 300 ml de agua muy fría
- aceite de oliva virgen extra
- pan rallado (opcional)
Opcionalmente, se puede incorporar:
- manzana ácida (tipo Granny Smith)
- mantequilla para cocinarla
- unos piñones
- mermelada de pimiento
Paso a paso de la receta
Esta receta es tan fácil, que os encantará prepararla.
El primer paso para vuestros buñuelos de morcilla es retirar la piel a las morcillas. Podéis cortarla fácilmente con un cuchillo.
Una vez quitada, vaciáis el contenido en una sartén y las cocináis hasta que queden a vuestro gusto. Si no tienen mucha grasa, podéis añadir un chorrito de aceite de oliva. Por el contrario, si veis que son más grasientas, no añadáis aceite, sino que es recomendable escurrir grasa una vez esté frita la morcilla.
Hay quienes simplemente la sofríen, mientras que otros la prefieren bien tostadita. ¡Al gusto del consumidor!
Si queréis, podéis tostar también un puñadito de piñones, que le darán un toque crujiente y especial a los buñuelos. Otra alternativa es incorporar taquitos de manzana ácida. En ese caso, tras trocearla muy menuda, podéis asarla en un poco de mantequilla e incorporarla cuando la morcilla esté ya cocinada.
Cuando esté lista la carne de morcilla (y los piñones o manzana, si es el caso), la dejáis atemperar para poder manejarla mejor luego. Si observáis que queda demasiado suelta e inmanejable, podéis añadir un poco de pan rallado para aportar consistencia.
Mientras tanto, se prepara el rebozado del buñuelo. Para ello, se echa la harina en un bol amplio y se va incorporando poco a poco el agua fría. Debéis remover constantemente hasta conseguir la textura adecuada.
Después, se forman bolitas de morcilla y se pasan por la tempura, para freírlas en abundante aceite de oliva.
Finalmente, se pasan a papel de cocina, para que absorba el exceso de aceite y se sirven. Podéis acompañar vuestros buñuelos de morcilla con una mermelada de pimiento.
¡Que aproveche!
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