La carne de pollo es una de las más consumidas en el mundo por diferentes razones. Entre ellas destacan su suave sabor, su fácil masticación y porque es una carne ligera y baja en grasa que suele gustar a todo el mundo. Sin embargo, a pesar de su popularidad, todavía existen mitos sobre la carne de pollo que desde Carnicerías Herrero vamos a intentar desterrar.

Principales mitos sobre la carne de pollo

Uso de hormonas, antibióticos y agua para su engorde

Una de las mayores falsas creencias o mitos sobre la carne de pollo hace referencia al uso de hormonas para su desarrollo. Mucha gente piensa que a los pollos se le suministran una serie de sustancias para propiciar su engorde.

Sin embargo, en nuestro país existen estrictos controles sanitarios que impiden el uso de este tipo de hormonas. Su tamaño superior al de pollos de antaño se debe a una mejor alimentación y a la selección de razas, que permite un mejor aprovechamiento y productividad.

Respecto a los antibióticos, solamente está permitida su administración para garantizar la salud del animal en vida. Es más, debe pasar un determinado tiempo entre el suministro el antibiótico y el sacrificio del animal, para garantizar que no queden rastros en su organismo cuando salga a la venta.

Por otro lado, tampoco es cierto que a la carne de pollo se le inyecte agua para hacer que pese más a la hora de comercializarla. Si una carne contiene más porcentaje de agua que otra puede deberse a su alimentación o a las propias características de esa raza de pollo.

La piel del pollo es mala

Continuando con los mitos de las hormonas y antibióticos, muchas personas piensan que éstas quedan en la piel del pollo. Algo imposible al no estar presentes en el animal.

Al mismo tiempo, se cree que las bacterias del pollo crudo se quedan en la carne, por lo que debería desecharse. Sin embargo, las altas temperaturas durante su cocinado acaban con cualquier tipo de bacteria.

Eso sí, el pollo nunca debe lavarse con agua antes de su cocinado, puesto que si presenta algún tipo de microorganismo nocivo, lo único que podemos conseguir es esparcirlo por el resto de la pieza.

Tiñen la carne de pollo para que sea más apetecible

Además de que existen diferentes razas de pollo que pueden marcar la tonalidad de su carne, la alimentación es un aspecto definitivo a la hora de que tengan un color u otro.

Los alimentos y piensos ricos en carotenos pueden provocar que la carne adquiera ese color amarillento. Sin embargo, no son tintes que se apliquen a la carne, sino que se obtienen de manera natural mediante su alimentación.

Otros mitos sobre la carne de pollo

Por un lado, nos faltaría decir que hay un mito muy peligroso que asegura que se puede comer carne de pollo cruda. Aunque hay muchas carnes que, con las debidas precauciones sanitarias, se pueden tomar crudas, no es el caso del pollo, que siempre debe cocinarse bien para eliminar cualquier rastro de bacterias nocivas.

Finalmente, hay quienes afirman que las embarazadas no deberían tomar carne de pollo. En cambio, debidamente cocinada, la carne de pollo es muy nutritiva y ligera para las embarazadas, además de menos calórica que otras carnes.

La mejor carne de pollo en Carnicerías Herrero

En Carnicerías Herrero ofrecemos a nuestros clientes las mejores carnes. Entre ellas, la de pollo, una excelente opción para toda la familia.