Las croquetas son una de esas elaboraciones que suele gustar a todo el mundo. Además de los sabores más clásicos, existen otras opciones que deleitarán a todos los que las prueben. Buen ejemplo de ello son estas croquetas de cecina y queso que os proponemos cocinar desde Carnicerías Herrero. Tomad buena nota.

Croquetas de cecina y queso

Para preparar estas deliciosas croquetas de cecina y queso, necesitaremos:

  • 150 g de cecina de vaca de Carnicerías Herrero
  • 150 g de queso de cabra en rulo
  • 160 g de harina de todo uso
  • aceite de oliva virgen extra
  • 60 g de mantequilla
  • 1/2 cebolleta
  • 800 g de leche
  • sal
  • pan rallado o panko
  • 3 huevos batidos

Paso a paso de la receta

El primer paso para preparar estas riquísimas croquetas de cecina y queso es trocear la cecina. Podéis cortarla en tiras o en trocitos muy pequeños y reservarla. Haremos lo mismo con el queso, reservándolo también.

A continuación, prepararemos la bechamel. Para ello, echaremos la mantequilla en una sartén y la pondremos al fuego medio para que se derrita. Mientras tanto, picaremos muy fina la cebolleta.

Cuando la mantequilla se haya derretido, sofreiremos en ella la cebolleta, salándola ligeramente para que se haga antes. Prestad atención en no echar mucha sal, ya que la cecina ya lleva.

Cuando la cebolla esté pochada, añadiremos la cecina y la sofreiremos ligeramente. Una vez que tome color, añadiremos la harina y la tostaremos, removiendo bien la mezcla.

A continuación, calentaremos la leche y la iremos incorporando poco a poco. Cuando esté casi toda integrada, añadiremos el queso y removeremos para formar una bechamel uniforme.

Después, verteremos la bechamel en una bandeja para que se enfríe y la cubriremos con un film transparente «a piel», para que no se forme costra.

Un tiempo después, cuando la masa esté ya a temperatura ambiente, la meteremos en la nevera hasta que esté lista para manejarla y formar las croquetas.

En ese punto, formaremos las croquetas de cecina y queso y las pasaremos por huevo y pan rallado.

Ahora, solo queda freírlas en abundante aceite hasta que se doren a nuestro gusto. Las pondremos sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite y serviremos.

¡Buen provecho!