Comprar lechazo de Castilla y León en Carnicerías Herrero

En España contamos con grandes carnes, como la carne de cordero. Dentro de las producciones más importantes tanto a nivel nacional como internacional está la originaria de Castilla y León. Hoy en Carnicerías Herrero os damos razones para comprar lechazo de Castilla y León.

Por qué comprar lechazo de Castilla y León

Como su nombre indica, este lechazo es originario de la comunidad autónoma española de Castilla y León. Pero, ¿conocéis las características de tan noble producto?

La Indicación Geográfica Protegida de lechazo de Castilla y León vigila que los corderos recogidos dentro de la marca de calidad reúnan unas características concretas.

Por un lado, debe tratarse de corderos lechales, es decir, que todavía se alimentan de forma exclusiva de la leche materna. Pueden ser tanto machos como hembras y pueden proceder de determinadas razas de oveja. Por tanto, pueden ser ovejas castellanas, churras y ojaladas o cruces entre estas razas.

Como tope máximo pueden sacrificarse con 35 días de vida, lo que garantiza una carne muy tierna. Al ser tan jóvenes, el peso vivo al sacrificio en matadero oscila entre los 9 y los 12 Kg.

Tan importante son estos requisitos como los que atañen a la alimentación de las madres. Éstas nunca pueden recibir sustancias que promuevan el crecimiento ni finalizadores.

Por otro lado, también se controlan las prácticas de explotación y manejo del ganado.

Cómo se presenta el lechazo

El lechazo de Castilla y León se puede encontrar con o sin cabeza, asadura y epiplón. Si no los lleva, su peso estará entre 4,5 y 7 Kg. Por el contrario, si los lleva, variará desde 5,5 hasta 8 Kg.

En cuanto a la forma, este tipo de lechazo está armónicamente proporcionado, con un perfil rectilíneo con contornos levemente redondeados.

Su tierna carne presenta un color entre blanco nacarado y rosa pálido. La capa externa de grasa es de color blanco céreo, con los riñones también cubiertos de grasa en al menos la mitad de su superficie.