Pollo frito perfecto en casa

El pollo frito es uno de esos placeres irresistibles que gusta a grandes y pequeños. No todo el mundo sabe que cada 6 de julio se celebra el día mundial del pollo frito. Por eso, hoy en Carnicerías Herrero os dejamos unos cuantos trucos para conseguir el pollo frito perfecto en casa.

Escoger la carne

Obviamente, la carne será de pollo. Aquí os aconsejamos escoger los cortes que más os gusten. Por experiencia, los cortes con hueso suelen quedar deliciosos.

Entre los preferidos de los clientes están los muslos y las alas, aunque no se quedan atrás los contramuslos de pollo.

Lo importante es escoger cortes que vayan a gustar a los comensales. Si tienes dudas, opta por muslos y alas para acertar con seguridad.

Macera la carne con antelación

Uno de los trucos fundamentales para conseguir el pollo frito perfecto es su macerado previo.

Aquí existen muchas versiones, según las costumbres de cada zona o país. Entre las opciones más habituales está dejar el pollo sumergido en leche. Con esto se consiguen trozos más jugosos y tiernos.

También hay gente que emplea yogur natural para macerarlo. Este toque ácido del yogur se puede conseguir si se añade un poco de zumo de limón a la leche.

Otros macerados se realizan con aceite, ajo y especias. Esto ya va al gusto del consumidor. Lo importante es dejarlo macerar las horas suficientes para que los ingredientes penetren en la carne, siempre utilizando un recipiente bien tapado y en la nevera.

A ser posible, lo dejaremos macerar al menos desde la noche anterior al cocinado.

El crujiente perfecto

En este punto hay técnicas muy variopintas que se pueden probar hasta encontrar la que más se adapte a nuestros gustos.

Por un lado, hay gente que reboza en harina el pollo y luego lo fríe directamente. Este podría ser el método más simple y tradicional.

Otros ponen la harina y bañan el pollo en huevo batido antes de freírlo. También es otra opción.

¿Y si pruebas a añadir un poco de cerveza en lugar de huevo? El resultado será una especie de tempura que le aportará un crujiente extra a tu pollo frito.

Una alternativa diferente es utilizar pan rallado, cereales machacados o frutos secos picados para rebozar el pollo. Esta capa le dará un toque diferente y especial al pollo. Atrévete a probar combinaciones. Y para los más lanzados, un poco de queso rallado en el rebozado hará de tu pollo frito un bocado delicioso.

Aceite limpio y bien caliente

Tan importante como el pollo en sí son el recipiente donde se fría y el aceite usado. El recipiente debe ser suficientemente hondo para que cubra las piezas de pollo por completo al freírlas.

Si no dispones de freidora, opta por un cazo o cacerola hondos. Echa una buena cantidad de aceite que no haya sido utilizado previamente y caliéntalo. Es preferible hacer varias tandas con pocas piezas que echar mucho pollo de golpe.

Así se freirá de manera uniforme y podrás conseguir el pollo frito perfecto que buscamos.

Según vayas friendo las piezas, sácalas a una fuente con un papel absorbente, tipo papel de cocina. Así retirarás el posible exceso de grasa y disfrutarás más de tu plato.

En Carnicerías Herrero te proporcionamos la mejor carne, la receta ya queda de tu mano.

¡Qué aproveche!